La mochila es la pieza de material más reconocible de un corredor de montaña. Se lleva por necesidad de nutrirse, hidratarse y portar material imprescindible, porque la montaña implica autonomía y una dosis de riesgo que hay que minimizar. Lo que lleves en la mochila te puede permitir adaptarte a una meteorología adversa, a una pérdida del camino, a una desafortunada lesión o incluso a asistir a alguien que encuentres por el camino.
La preparación de la mochila el día antes de ir a la montaña no quita que mires la previsión del tiempo, al igual que renunciar a un entrenamiento son parte consustancial de un medio que en ocasiones se pone feo como es la montaña así que tómatelo con la seriedad necesaria.
Pero, ¿qué debo llevar en la mochila? Te proponemos la siguiente lista no exhaustiva que con la previsión meteorológica en la mano, la ruta prevista y con el conocimiento del medio y de tus condiciones, te puede servir de repaso:
- Chaqueta impermeable: aunque la previsión sea nueva, por una lluvia no prevista, viento o frío debes llevar siempre una chaqueta y que ésta sea impermeable. Para ocupar menos volumen debe ser compresible y, por supuesto, transpirable para evitar que sudes y con ello te enfríes. No dudes en ponértela, no lo retrases para no quedarte frío. Mantenla en buen estado, cámbiala cuando lo necesite e invierte en un modelo de calidad. Es la parte de material individual más importante en lo referente a la seguridad.
- Nutrición: es fácil que cuando vayas a la montaña lo hagas para varias horas, aunque sea despacio y disfrutando del paisaje es un esfuerzo importante y necesitas rellenar depósitos. Lleva comida nutritiva, sabrosa y algo en exceso para lo previsto, pasar hambre no es gran problema si no es durante muchas horas pero no hay necesidad de penar ni de pedirle en exceso a tu cuerpo. Busca qué te va mejor, lleva algo de más para ti o algún compañero y varías sabores y texturas.
- Hidratación: más importante en el corto plazo, beber es una absoluta necesidad y recurrir o confiar en fuentes de agua naturales puede ser un riesgo, tanto por que te puedan intoxicar como que las fuentes estén secas. Deberías llevar siempre al menos medio litro de agua de emergencia lo que supone que menos de un litro de capacidad no deberías portar. Hay varias formas de llevar el agua, por 'soft flasks', bolsa de hidratación, bidones semirrígidos y otros. Prueba, escoge lo qye te vaya mejor y a beber lo que necesites.
- Braga de cuello: uno de los elementos más versátiles que siempre deberías llevar es una bandana o braga, sus múltiples posiciones y utilidades la hacen el material MacGyver: para proteger el cuello, como pañuelo para la cabeza, como pasamontañas o incluso alguno lo ha usado para filtrar agua en caso de emergencia. Ocupa y pesa poco, no te lo dejes en casa.
- Manta de emergencia: ocupa y pesa "menos de nada" y aunque se use en contadísimas ocasiones, en realidad con suerte ninguna, es un elemento para casos en los que tú o un compañero no pueda desplazarse y pueda perder calor esperando una asistencia, o bien en caso de quedarte muy corto y estar pasando un intenso frío.
- Frontal: aunque salgas de día y con muchas horas de luz por delante no dejes nunca un frontal en casa. Sin ojos no somos nadie, ni tú ni nadie. Tener que vivaquear por no poder avanzar por la noche es una situación potencialmente mortal, lleva frontal, con pilas no recargables nuevas preparadas y si no lo tienes que usar, mejor.
- Dinero y tarjeta: en ocasiones no puedes volver por el camino que pensabas, o necesitas comer algo o hacer una llamada. Lleva algo de dinero y la tarjeta para alguna de estas ocasiones, improbables, pero que pueden ocurrir.
- Kit de primeros auxilios: un pequeño botiquín con algún medicamento para paliar el dolor, antiinflamatorio, una venda, esparadrapo y algo más debe estar siempre en tu mochila.
- Teléfono: deberías siempre llevar el teléfono, protegido, en una bolsa estanca, lleno de batería y encendido (pero sin datos para evitar un consumo excesivo ni en modo avión para que puedas ser localizado).
En invierno todo se puede complicar: más frío, más humedad, más viento, menos horas de luz, a veces los caminos se pierden por la nieve, están menos transitados... Con seguridad no hay problema en que corras por montaña con algunas salvedades: considera zapatillas con membrana y/o con polaina; o bien calcetines impermeables; añade guantes, malla larga puesta, gorro; sé más precavido, prevé posibles pérdidas en tiempo y esfuerzo, quizás debas evitar cumbres, cumbreras o algunos puertos; cuidado con el hielo, si tienes que hacer uso de crampones o piolet no debas estar corriendo; prevé más comida pues el gasto energético puede ser mayor; no olvides beber aunque haga frío; y, más importante, prevé mejor las situaciones adversas, ten m´s predisposición a darte la vuelta y ve con menos planes fijos porque posiblemente tengas que cambiarlos con más frecuencia que en otras estaciones más estables.
En resumen, el trail no es running en ciudad o parque, puedes que estés a varias horas de la civilización aunque la veas de lejos y el rescate no esperes que se produzca en minutos, aparte de que están sólo para condiciones realmente extremas. Prevé con margen de seguridad la ruta que vas a hacer, tus fuerzas y el material a portar, equípate bien y disfruta con seguridad de la montaña.