Aunque a veces el frío, el viento, la lluvia y la nieve inviten a quedarse en casa, también tiene su punto correr en invierno, aparte de seguir una planificación de entrenamientos, es una satisfacción seguir saliendo "haya lo que haya" fuera, usando tus dosis de determinación, no "rajándote" y disfrutando de los buenos días que seguro que te deparan alguno de esos entrenamientos. Pero el invierno marca sus reglas, respétalas para llevarte buenos recuerdos.
Si en primavera sin lluvia una camiseta y un pantalón son suficientes en invierno requiere de más planificación, más material, combinarlo adecuadamente y no equivocarte. Además, combinado con una actividad tan física como correr, con la que rompes a sudar pronto y es fácil pasar calor a los pocos minutos de empezar y al mismo como te equivoques vas a pasar un mal rato.
Nicola Cerisier, embajador de Raidlight, diplomado en trail running y corredor de larga distancia por propia experiencia comparte alguna de sus experiencias.
- Usa el sistema de tres capas o de cebolla: primera capa transpirable, segunda aislante (no siempre debe usarse en unas latitudes como las españolas) y una tercera impermeable. Aquí tienes más información.
- Cubre las extremidades (manos, orejas) y las partes de transición (cuello, muñecas, tobillos).
- Si hace el suficiente frío cubre la cabeza, con una bandana doblada o en caso de frío importante, con un gorro.
- Aunque no apetezca, come. Añade más grasas, por ejemplo en forma de frutos secos, pero no olvides comer periódicamente en días largos y variar en lo necesario la dieta diaria. Especialmente importante es, en esfuerzos de más de dos horas, come lo que te permita una digestión ligera y rápida.
- Bebe. Posiblemente no lo pida el cuerpo, quizá esté demasiado fría, pero tú sigues sudando aunque apenas lo notes.
- Calienta con más cuidado, salimos de sitios calientes, estamos sentados y el frío es un contraste importante. Calienta bien bajo techo, estira, haz ejercicios de movilidad y sal tranquilo.
- Cuidado con el terreno, aparte de nieve y hielo, el barro es mucho más probable en invierno. Ojo a las caídas, ojo al brillo del suelo, sé cauto y no te pegues una castaña.
- Adapta las capas, ventila, ponte y quita, usa inteligentemente el material que llevas para no sudar y no pasar frío. Déjate "una neurona" siempre activa para esto.
- Estaría bien entrenar con un objetivo para que te ayude a la motivación, quizá una carrera invernal, a principio de primavera o un reto tuyo. Así tendrás más motivos de salir, harás menos pereza y disfrutarás más.
- Es una buena idea salir en grupo, aunque sea algunos días, así te obligas a salir, compartes experiencias y lo pasarás mejor.
- Es la estación ideal para pensar en la próxima temporada, endurecer tu carácter como corredor, trabajar aspectos mentales y fortalecerte un poco, cuando en alguna carrera lo estés pasando mal recuerda estos meses duros.
- También son entrenamientos para escuchar tu cuerpo, sentir nuevas sensaciones, conseguir entender sus mensajes, hablarte a ti mismo un poco a través de tus zancadas.