Consejos de mantenimiento

Los productos RaidLight están diseñados y fabricados para la práctica del trail running, desde el más divertido hasta el más intenso. Nuestros productos son ligeros, funcionales y no requieren un mantenimiento especial, pero queremos darte algunos consejos para que duren más tiempo y así evitar gastar tu dinero innecesariamente en su renovación.

También debes saber que si no se sigues estas directrices se anulará la garantía del producto pero verás que con un poco de cuidado nuestros productos te durarán años. Agradecemos sugerencias, consejos y mejoras, esta página se actualizará a medida que nos ayudes a desarrollarla. Cuida tu equipo y disfrútalo por mucho tiempo.

Consejos generales

En general, todos nuestros productos, tras usarse deben dejarse secar al aire pero no al sol. No guardes húmedos porque, olores aparte, ayudas a que bacterias crezcan. Una vez las prendas estén secas puedes echarlos al cesto de la ropa sucia.

Lo primero, consulta la etiqueta, alguna puede tener consejos especiales diferentes al resto de productos y te aseguras de no hacer nada mal.

La ropa técnica puede lavarse a máquina sin más problema, a temperaturas moderadas (normalmente no más de 30 ºC) o frías, por el bien de todos con el tambor bastante lleno, del revés, con cremalleras cerradas. No debes mezclar la ropa con piezas rígidas (cierres, tankas...) ni con velcros porque pueden dañar los tejidos. Lava con detergente líquido, no uses suavizante ni en polvo, suele ser bastante agresivo; no recomendamos que uses desengrasantes o cualquier otro producto para manchas, la gran mayoría funcionan pero no tenemos una lista exhaustiva de ellos, prueba, si quieres, en una parte no visible primero. Ni que decir tiene que no uses lejía aunque la prenda sea blanca. Por supuesto puedes lavar a mano si lo deseas respetando los mismos consejos anteriores. En el centrifugado no lo hagas a muy alta velocidad: se van a secar rápido, no arriesgues a dañarlas con un centrifugado excesivo. No se plancha y si hay alguna excepción, la verás abajo.

Si las prendas están muy sucias por barro mejor primero quita ese barro porque si no lo vas a extender a todas las prendas aparte de que a la lavadora no le va a hacer mucha gracias. Además las piedrecitas que muchas veces puede llevar el barro pueden hacer de lija.

Para el secado, no lo hagas nunca en secadora, tienda al aire y lejos del sol cuyos rayos ultravioleta pueden acortar su vida útil. Aléjalos de fuentes de calor como radiadores, chimeneas y demás.

El almacenaje no requiere más consejos que los propios de la lógica, no hacer grandes montones apilados, cuidado con enganchones de bordes de cajones, no hacerlo en perchas 'sine die', no aplicar ambientadores directamente sobre los tejidos, etc.

Es tu responsabilidad como usuario revisar periódicamente el material y comprobar que todo está en orden. Lo primero por tu seguridad, que algo te falle en montaña puede condicionar no sólo el entrenamiento o la competición sino ponerte en peligro. Pero también porque un pequeño mantenimiento, una puntada a tiempo o una limpieza adecuada alarga la vida de tus productos, hazlo porque debes, por tu bolsillo o por evitar generar residuos pero hazlo.

Textiles

Nuestros textiles, excepto menciones particulares en cada producto, no requieren cuidados especiales, se pueden lavar a máquina o a mano y preferentemente con productos del mismo tipo, por eso recomendamos lavadoras de "ropa de entrenar" separadas de las de calle, además puedes para ello usar algunos detergentes especiales de materiales sintéticos que cuidan mejor este tipo de fibras. En el caso de que mezcles diferentes textiles, ponte siempre en el lado de la seguridad y si alguno tiene alguna parte más dura o velcro, o lavas aparte, que sería lo recomendable, o lo haces dentro de una bolsa de rejilla para que no dañe el resto de la lavadora.

Textiles impermeables

Aparte de los consejos generales y los aplicados específicamente a textiles, para prendas impermeables (chaquetas, pantalones, manoplas...) hay algunos consejos adicionales que debes respetar para este tipo de prendas.

Lávalas. No es que sea recomendable, es que es obligatorio, aunque no huelan. El sudor transporta sales, esas que se quedan en tu piel y que si chupas lo notarás, y esas sales tapan los poros de los materiales transpirables. Es cierto que una chaqueta no la lavas cada vez que la usas como haces con camisetas o calcetines, pero las sales bloquean los poros y su transpirabilidad se verá mermada. Aconsejamos hacerlo cada diez usos aproximadamente pero tú puedes buscar tu periodicidad en base a tu experiencia. Tampoco laves cada vez que la uses ni frotes con demasiado vigor ni contra una superficie dura si lo haces a mano porque verás mermada su longevidad rápidamente.

Al lavar no lo hagas del revés porque la membrana va por dentro. La membrana que le confiere las características impermeables y transpirables se encuentra en el interior, en contacto con la piel, y si lavamos dada la vuelta podemos dañarlas con otras prendas que tengan alguna pieza rígida o con el tambor de la lavadora si lo haces a máquina.

Sí, se puede lavar a máquina con alguna precaución: con la cremallera abrochada, del derecho y en bolsa de rejilla o similar, que no toque el tambor ni otras cremalleras o posibles piezas rígidas que se te hayan pasado por alto.

El material del que están hechas nuestras prendas impermeables no requiere apenas aplicación de deperlante aunque no es eterno: puedes reactivarlo planchando (no sobre serigrafías o reflectantes) con la plancha lo más fría que puedas, durante breves segundos y con una prenda de algodón debajo, haz pruebas en zonas no importantes y aplica con mucho cuidado. Si no te funciona emplea entonces un líquido deperlante aplicado en espray o bien en el detergente con el que laves la chaqueta.

Gorras

Las gorras tienen la particularidad de que tienen una pieza semirrígida, la visera, que en la lavadora puede dañarse, por eso o la lavas a mano o en lavadora protegida (en bolsa de rejilla). Además añadimos el consejo de que es fácil que cojan malos olores, darles un agua tras cada uso y lavar cada dos es una buena recomendación, y siempre dejar secar completamente.

Mochilas, cinturones y portabidones

Lava antes del primer uso por si pudiera desteñir en la primera puesta, es extremadamente raro que ocurra.

Aunque se pueden lavar menos que otros textiles (las mochilas actuales son, a todos los efectos, textiles) sí hay que lavarlas, especialmente en distancias largas y/o con calor. Es fácil ver "olas" de las sales del sudor en ellas y esas sales pueden volver quebradizo el material más allá de un tiempo razonable sin lavarlas. Lava siempre al acabar la temporada o cuando vayas a pasar un buen tiempo sin usarla tu mochila, cinturón o portabidón. Lava preferiblemente pero con cuidado se puede hacer a máquina. Sigue los consejos de los textiles (sin secado, sin lejía, no secar al sol...).

Se puede lavar a máquina con los siguientes cuidado (aparte de los genéricos de más arriba): cremalleras y cierres cerrados y colocados, velcros bien cerrados, dentro de una bolsa de rejilla, con la lavadora razonablemente completa y con centrifugado medio.

Como siempre, deja secar fuera del sol o fuentes de calor intensas, seca completamente y guarda preferiblemente en un lugar cerrado, oscuro y con cierta aireación natural si es posible.

Saca todo lo que lleves en bolsillos tras cada uso porque pueden deformarlos y darse de sí sin recuperar la forma original, especialmente los elásticos como los de los bidones delanteros. Por supuesto este consejo es aún más importante en los almacenajes intertemporadas donde van a estar meses sin usarse.

El caso de los cierres micrométricos no requieren un mantenimiento especial, simplemente deben girar bien y suave, nada más. Si por algo notas que va un cierre duro o suena como no debe, deja de usarlo porque es fácil que lo puedas romper. El mecanismo es muy sencillo, lo puedes desmontar por ti mismo en caso necesario, limpiar y volver a ensamblar, es un proceso que no requiere más cuidado que fijarte cómo van las pocas piezas que tiene -sentido, orden, etc.- para hacerlo exitosamente. Pocas veces ocurre que se necesite desmontar, pero lo que sí debes hacer es no forzarlo para no provocar su rotura.

Sistemas de hidratación

Incluimos aquí los sof flasks, bolsas de hidratación, bidones semirrígidos y cualquier otro sistema parecido en contacto con el agua. Lo más importante tras cada uso es vaciarlos y dejarlos completamente abiertos para su total secado: las bacterias tienen a acumularse si quedan restos de agua y no sólo puede ser insano y dar sabor al agua sino además acortar la vida de estos productos. No olvides soplar por los tubos y válvulas hasta sacarles todo el agua que puedas y dejar secar, a ser posible cambiando su posición, hasta que estén completamente secos.

Si guardas en la nevera o congelador para evitar a la aparición de bacterias cuidado los plásticos no se vuelvan quebradizos al sacarlos.

Si usas sales, isotónicos o cualquier otro preparado, lava muy bien antes de guardar (previo secado) para evitar que cojan olores y sabores, y que los cojan o no dependen más de las propiedades de los polvos o bebidas que del contenedor, tenlo en cuenta. Nuestro consejo es que tengas un bidón o soft flask exclusivamente para "potingues" y que siempre uses ese, márcalo de forma indeleble y así el del agua no tendrá nunca sabor y el otro -aparte de que lo limpies a conciencia tras a cada uso- si coge algo de sabor será prácticamente inapreciable al estar bebiendo ya bebidas con sabor.

No recomendamos lavar en lavavajillas porque generalmente las temperaturas de lavado son muy altas y porque los detergentes son agresivos. Si lo haces, es bajo tu responsabilidad y preferiblemente usando primero un soft flask pinchado o algo que no importe dañarlo, mételo en el lavavajillas varias veces y comprueba si hay daños, pero repetimos que no lo recomendamos.

Bastones

Los bastones son un elemento mecánico que requiere un ligero mantenimiento adicional pero nada extraordinario. En realidad se resume en mantenerlo limpio y revisar la punta.

Los sistemas de plegado de los bastones requieren su revisión periódica, limpieza y, si fuera necesario, un ligero engrase en alguna de sus partes. Lo peor es la arena-barro y el agua. Lo primero porque literalmente puede gripar las piezas, impedir que se muevan. Esto no ocurre de un día, puede ocurrir de uno o varios días y dejarlos meses sin usar. También el agua afecta a los distintos segmentos y puede llegar a "soldarlos", por lo que debes secar bien en varias posiciones y nunca guardar húmedos ni de una pieza, se deben desmontar. Es normal que las piezas de aluminio o las de acero (roscas) puedan presentar algunso restos de óxido, los de aluminio límpialos con un trapo húmedo, y aplica un poco de grasa en las piezas de acero para su correcto funcionamiento.

En el caso de la punta revisa que esté en buen estado, no lo uses sobre asfalto u hormigón porque puedes fundirte las puntas muy rápido, y en el caso de que te quedes sin ellas acude a tu tienda de montaña favorita para comprar unas de repuesto, suelen tener tamaños estándar y al baño María se pueden sustituir en caso de necesidad, lo que no es tan normal en bastones de trail.

Almacena sin tensión, es decir, sin que la cuerda esté estirada para no debilitarla, con los cierres sueltos y si periódicamente metes y sacas las secciones, especialmente en los tramos telescópicos, mejor.

En el caso de que rompas alguna pieza ponte en contacto con nosotros, tratamos de tener recambios y si puedes ahorrarte compras unos nuevos, mejor para todos.

Zapatillas

El primero consejo, ya dicho al principio, se aplica especialmente a las zapatillas respecto a su uso: sólo hacemos zapatillas de trail y otras superficies pueden dañarlas o disminuir su vida útil rápidamente. La peor es el asfalto, sin duda, no son zapatillas de asfalto y se considera inadecuado correr con nuestras zapatillas por asfalto.

Las zapatillas tienen que mantenerse lo más limpias que se puedan, especialmente en la zona superior -el 'upper'- por barro y sales, que acortan su vida útil en las dobleces. Cuida esto y te durarán más, es apenas pasarles un trapo húmedo con frecuencia y lavarlas periódicamente.

Lo preferible y recomendable es lavar a mano: agua tibia, con cepillo de cerdas suaves, quitando plantilla, lavando por dentro y por fuera, aplicándote en zonas de flexión y con pinza en la nariz si se requiere :)

Seca al aire, nada de secadoras ni poner en fuentes de calor, y sin que les dé el sol. Por supuesto con la plantilla quitada para que seque bien y no guardes hasta que no estén completamente secas.

¿Se pueden lavar a máquina? Como marca te decimos que no. Si quieres hacerlo, hazlo bien: en bolsa de rejilla, sin plantillas, sólo con otras zapatillas -no metas ni mochilas ni textiles-, detergente de materiales sintéticos líquido y con velocidad media de centrifugado.



Merece la pena cuidar el material, te ha costado tu dinero pero también el esfuerzo de personas que lo ha fabricado, se han emitido gases no demasiado buenos, se han extraído materias primas, etc.: haz lo posible por que te dure, intenta reparar siempre que puedas y sólo compra cuando no haya otra alternativa. Te lo agradeceremos todos.